Un niño o niña, a diferencia del adulto, tiene un pensamiento mágico y la capacidad de poderse imaginar una realidad que se diferencia del pensamiento lógico. O sea, que alguna situación que para el adulto se manifiesta en conceptos abstractos -en ideas-, para el niño se manifiesta en imágenes.
En realidad las presiones psicológicas que inhiben la creatividad de un niño, tienen lugar muy temprano en la vida; los padres pueden suprimir o encausar la creatividad de sus hijos desde el ambiente familiar y en la acertada elección de los colegios a donde asistirán éstos.
Es por ello, que desde nuestro centro le damos mucha importancia al desarrollo de la misma en nuestros alumnos/as y lo intentamos en el día a día y en la forma de desarrollar nuestra labor, siendo conscientes de que esto les ayudará a resolver problemas de manera segura y avanzada.
Bartolomé García Cayuela
Area de Psicomotricidad y E.Física
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